jueves, 24 de noviembre de 2011

Un diciembre a prueba de bombas


A poco más de dos semanas para el Clásico, es inevitable repasar el estado de forma de Barcelona y Madrid. Todavía se mantiene en el recuerdo el carrusel de encuentros que enfrentaron a ambos equipos la pasada temporada, donde quedó claro que no es sólo un partido de fútbol lo que se está jugando. Tánganas, patadas, acusaciones, malos modos y un sinfín de despropósitos fueron algunas de las consecuencias del duelo entre los dos grandes de nuestro fútbol. Pero después del último enfrentamiento entre ambos en la Supercopa de España (2-2 la ida; 3-2 la vuelta y la copa para Barcelona), muchos son los que divisan claras diferencias en el juego de ambos equipos.

Mientras los merengues acusaron cierta inferioridad al principio de la temporada pasada, los culés se llevaban los partidos de calle, incluido el primer enfrentamiento directo que tuvo lugar en noviembre con el 5-0 en el Camp Nou. Los merengues se tomaron la revancha al llevarse a casa la Copa del Rey, después de un disputadísimo encuentro en Mestalla, y los culés se plantaron en la final de la Champions tras apear al Madrid en semifinales. Aun así, todo apunta a que este año las cosas son diferentes en ambos equipos.


El Madrid, más fuerte que nunca

Los expertos aseguran que la segunda temporada de Mourinho en cualquier equipo es la temporada del éxito. Los merengues son líderes de la liga BBVA a 3 puntos del Barcelona, han conseguido encadenar un total de 12 victorias consecutivas en todas las competiciones, superando el record del propio Guardiola (11 victorias), y han logrado ganar todos los partidos de Champions que han disputado hasta ahora. La recuperación del Pipita Higuaín tras la lesión que sufrió la temporada pasada y el renacer de un nuevo Benzema han conseguido reforzar a un ya de por sí magnífico equipo. La reconversión a central de Sergio Ramos ha sido otra de las novedades y ha dotado de otra perspectiva a la defensa ante el temor que se tenía a la lesión-depresión de Carvalho.

Por otro lado, la llegada al equipo de Coentrao o Callejón dan a los madridistas más polivalencia en el campo y un mayor abanico de posibilidades de cara a las tan necesarias rotaciones. Quedó patente el martes frente al Dínamo de Zagreb (6-2 para los merengues) que este Madrid tiene dónde elegir y cuenta con un fondo de armario que no tiene que envidiarle nada a los titularísimos. Si a esto le añadimos la ya de por sí demostrada calidad de Cristiano Ronaldo, quien parece que pretende superar su marca de 41 goles en Liga, nos encontramos ante un equipo con ganas de morder y lograr dar la campanada en lo que ha venido siendo tierra azulgrana.


Las lesiones, el problema del Barcelona

Si miramos al campo rival, nos encontraremos con una situación algo distinta. Nadie duda del excelente juego del Barcelona y de la gran calidad de sus jugadores, pero las circunstancias están pesando en el equipo de Guardiola. El bíceps femoral está siendo el martirio de los jugadores culés, que están viendo cómo las lesiones en este músculo les apartan de los terrenos de juego. Esta situación está propiciando que no tengan la continuidad necesaria como para desarrollar su juego habitual y eso ha terminado por hacer que los de Guardiola pierdan puntos fuera de casa. Mientras que en el Camp Nou no hay quien les sople (tienen un parcial de 30 goles a favor y 0 en contra), a domicilio han perdido un total de seis puntos tras los empates en Anoeta, Mestalla y San Mamés. Los culés despliegan su juego como siempre, pero la falta de puntería les resta efectividad y, en ocasiones, esto desemboca en una remontada por parte del equipo contrario.

Las llegadas de Cesc Fàbregas y Alexis Sánchez al equipo han hecho que Guardiola cuente con más mordiente en ataque. En cambio, la superpoblación del mediocampo, unida a las repetidas lesiones en defensa, le han llevado a experimentar con un 3-4-3 que no siempre se ha traducido en victoria. Jugar con tres defensas hace que los laterales tengan que cubrir más espacios y posibilita que el equipo contrario ataque de lado a lado del campo dejando al descubierto a la defensa.

Pero no todo es malo en Can Barça, los culés han conseguido la clasificación para octavos de la Champions, además asegurándose el primer puesto del grupo H. En Liga siguen la estela del Madrid y tienen el honor de contar entre sus filas con el pichichi, Messi, y el zamora, Valdés. Y por si fuera poco, todavía tienen que disputar el Mundial de Clubes en Japón el próximo diciembre, donde el morbo de un posible enfrentamiento con el Santos de Neymar está servido.

Es precisamente este torneo el que preocupa en Barcelona. Los culés apenas tendrán tiempo para preparar el encuentro liguero y el de Copa si logran llegar a la final del torneo prevista para el día 18. Eso sin tener en cuenta que, para entonces, los azulgrana ya se habrán enfrentado directamente al eterno rival y que la diferencia de 3 puntos que tienen ahora podría incrementarse mucho más si el partido del día 10 llegara a decantarse del lado blanco.

Nos espera un diciembre lleno de bombas que determinará si el Madrid es un serio aspirante a todo y si el Barça tendrá que recular después de varios años de hegemonía.

martes, 22 de noviembre de 2011

Incertidumbres

Dios aprieta pero no ahoga. Cuando uno nace en el seno de una familia religiosa, ésta es una de las frases que más escucha en momentos de dificultad. Con el paso de los años y la maduración de la mente y el cuerpo, esta frase comienza a diluirse en el tiempo y empieza a tomar forma otra: "Me ha mirado un tuerto".

No suelo regocijarme en la mala suerte, ni siquiera en la buena, algo escasa por otra parte. Tampoco sé si se le puede llamar suerte porque no creo en la suerte, sino en las capacidades y las posibilidades de cada uno. Lo que tengo claro es que de un tiempo a esta parte, quitando alguna que otra cosa, no consigo que lo que parece que va a ir bien acabe saliendo bien. La paciencia no está entre mis pocas virtudes, así que no es de extrañar que me encuentre bastante sobrepasada ahora mismo...

Algunos que conocen de qué hablo opinarán que tengo poco aguante o que hay cosas peores. Claro, es cierto, pero para eso está hecha la perspectiva. A mí ciertas cosas que me cuentan me pueden parecer tonterías y lo que yo cuento me puede resultar más grave. Por eso, respeto mucho las opiniones de cada uno. No pido que las compartan, solo pido que se entienda lo que digo. No soporto los "no te preocupes". Mira, lo siento, pero sí me preocupo y si me preocupo es porque no me gusta la sensación de estar aprovechándome de la gente y del devenir del tiempo en mi contra. Ese tiempo que es como el fluir del agua y que, por más que miro, avanza demasiado deprisa como para poder detenerlo. Así que no me deis palmadas en la espalda, no me gusta eso. Me gustan los consejos, las ideas constructivas y la sensación de que se comprende lo que digo. Llamadme rara, pero yo soy así...

Tal vez por esto que cuento la gente siempre me dice que nunca cuento lo que me pasa pero sí escucho lo que le pasa a los demás. He llegado a una conclusión: solo los que verdaderamente me conocen saben lo que me importa un tema y solo ellos saben lo que deben hacer para hacerme sentir mejor. Prefiero un abrazo a unas palabras que tanto tú como yo sabemos que no van a servir de nada. ¿Por qué? Porque un abrazo me reconforta, una sonrisa me anima... pero las palabras, teniendo en cuenta mi cabezonería, sabes que me van a entrar por un oído y salir por el otro. Te diré que sí, que no me voy a preocupar, pero lo haré, me preocuparé. Te diré que no, que no le voy a dar vueltas al tema, pero lo haré, no dejaré de pensar en ello...

Así que gracias a todos los que habéis intentado animarme, a todos los que me habéis escuchado y perdón a los que, por otro lado, hayáis tenido que aguantar mis malos modos y contestaciones. No era mi intención. Pero la frustración, añadida a otras cosas y factores ambientales, está haciendo mella en mí. Espero que sea una fase y que después de todo se quede en nada... Al menos eso es lo único que me queda ahora mismo.